Entre aplausos y por su propio pie. Así salía el espeleo-buceador Xisco Gracia de la cueva de Palma de Mallorca en la que llevaba atrapado desde el sábado. Ha sido una jornada angustiosa, después de localizarle en una gruta. Allí consiguió el oxigeno suficiente que le ha mantenido con vida durante estos días. Ahora descansa en el hospital, donde está siendo atendido.