En Sevilla, con la Semana Santa en lontananza, la Policía Local ha comenzado a actuar contra el alquiler ilegal de balcones desde los que se pueden ver las procesiones. El precio por el alquiler puede alcanzar los 4.500 euros. Todo un lujo al alcance de pocos, pero en el que muchos han encontrado un negocio. El Ayuntamiento de Sevilla quiere luchar contra la competencia desleal y disfrutar de la pasión de forma segura.
-Redacción-