La pastdas y puñetazos en la pelea del campo del Alaró podrían ser ser castigados con más de 10 mil euros. Sanción en aplicación de la Ley Mordaza, que tipifica como infracción grave alterar la seguridad en espectáculos deportivos. Hoy la Guardia Civil ha seguido tomando declaración a varios padres, algunos testigos, otros participantes de la trifulca. También han testificado los agentes de policía, que no era la primera vez que intervenían en este campo. Objetivo: identificar a los causantes de la batalla campal. La Delegación del Gobierno podría abrirles expediente y sancionarlos económicamente. Por otro lado, toda la información recabada por la Guardia Civil será mandada al juzgado de Inca y la federación balear de fútbol denunciará ante la Fiscalía lo ocurrido. Federación que se reunirá esta tarde para acordar medidas sancionadoras para jugadores y clubes, que podrían implicar el cierre de ambos campos. El fútbol balear también estudia que los árbitros puedan parar los partidos en caso de insultos.