El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, ha declarado en el Palacio de la Justicia de Murcia por los delitos de fraude, prevaricación y malversación de fondos públicos en el 'caso Auditorio'. En este caso se investiga la adjudicación ejecución y recepción de las obras del inacabado auditorio de Puerto Lumbreras cuando él era alcalde. El interrogatorio ha sido largo y minucioso. Fiscalía y acusación querían saber si hubo perjuicio para las cuentas públicas, y dónde acabaron los 6 millones de euros de la subvención. Pedro Antonio Sánchez se ha desentendido de las gestiones del proyecto. Dice que dio el impulso político pero que luego se limitó a firmar los informes favorables que le presentaban los técnicos. Responsabiliza en ellos las posibles irregularidades, y asegura que la subvención está integramente invertida en la obra. Ha salido del juzgado entre gritos de dimisión de un grupo de personas que se ha concentrado a las puertas del Palacio de la Justicia murciano. Pero no piensa abandonar, de momento. Considera que sólo debe hacerlo si se produce lo que ha denominado su "imputación formal". Pero Ciudadanos no va a esperar a la resolución judicial para exigir al PP otro presidente, y ya tiene prevista una reunión el miércoles con el PSOE para estudiar fórmulas que lo hagan posible si el PP no atiende su petición.
-Redacción-