El Granada echó el resto ante un Atlético más endeble de lo normal, pero los lances del juego y las decisiones arbitrales trabaron un encuentro que acabó cayendo por la mínima del lado de los rojiblancos (0-1). En rueda de prensa tras el partido, el entrenador del Atlético, Diego Simeone, ha reconocido que fue un encuentro "duro" ante un rival difícil y ha dejado claro que la victoria no les va a hacer despistarse de sus perseguidores en la tabla. Por su parte, el entrenador del Granada, Lucas Alcaraz, ha comparecido ante los medios visiblemente molesto y ha dejado claro que fue un duelo en el que predominó un juego con "mucha intensidad" y que estaba claro que era "un partido de un gol" y el que lo hiciera tenía mucho ganado.
-Redacción-