Avanzamos a pasos agigantados, al menos, en deseos. Solo el 3% de los hombres españoles prefiere que su mujer se quede en casa frente al 12% de Europa. Son datos de un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo. Pero a pesar de los buenos deseos queda un largo camino por recorrer para conseguir la igualdad en la incorporación de la mujer al mercado laboral. La brecha salarial y la conciliación laboral son los dos grandes retos; y en eso no nos va demasiado bien. Las mujeres cobran de media un 24% menos que los hombres. Casi la mitad piensa, además, que tendrá peores oportunidades que sus compañeros varones. Una discriminación que se perpetúa al llegar a casa donde las mujeres se ocupan de las tareas del hogar dos veces y media más.
-Redacción-