Donald Trump acompañado por su esposa Melania volvió al lugar donde se siente más cómodo, el mitin espectáculo. En el hangar del aeropuerto de Melbourne-Orlando, rodeado de sus fieles cedió su presentación a la Primera Dama y a continuación volvió a repetir los mensajes de siempre, defensa de las fronteras, seguridad en las calles, trabajo para los ciudadanos y cómo no, su proteccionismo económico. Después volvió de nuevo a su particular guerra con los medios. Trump necesitaba encontrarse con sus seguidores tras una semana negra. El lunes dimitió su Consejero de Seguridad Nacional. El martes el diario New York Times publicó que algunos miembros de su campaña tuvieron contactos con funcionarios del espionaje ruso. El miércoles su candidato a Secretario de Trabajo, renunció a ser confirmado por el senado. El jueves se enzarzó con los medios en una rueda de prensa y hoy los vetos migratorios de Trump han recibido un nuevo revés, por parte del baloncesto. El comisionado de la NBA, Adam Silver, asegura que esas prohibiciones van en contra de los valores de fundamentales de la NBA donde el 25% de los jugadores son extranjeros, muchos de ellos africanos y por ello han decidido realizar partidos de exhibición en África. Pero no todo son malas noticias para Trump. Esta noche su dos hijos mayores asistieron en los Emiratos árabes otro lujoso complejo de golf.
-Redacción-