La gran nevada caída en la Comunidad Valenciana el pasado mes de enero ha provocado el desplome de un millón árboles devastados por el temporal. El pino carrasco no es una especie típica del Mediterráneo que no está preparado para la nieve. Por eso, sus ramas y troncos han terminado cediendo. Una de las zonas más afectadas está en los montes de Utiel, ya que el temporal ha derribado el 40 por ciento del arbolado. La prioridad es recoger toda la leña seca antes de que llegue el verano para prevenir incendios. La Conselleria de Medio Ambiente ha elaborado un plan para limpiar los montes. Su coste podría superar los cuatro millones y medio de euros.
-Redacción-