El entrenador del Villarreal, Fran Escribá, ha asegurado hoy que "se evitarían problemas" si nunca hubiese obsequios de los clubes a los árbitros. No obstante, ha insistido en su confianza en la "imparcialidad de los árbitros" a los que se ha referido como "un gran colectivo". "Fue una torpeza no haber metido la bolsa en la mochila...Se exagera todo, en todos los partidos ocurren errores de entrenadores, jugadores y árbitros y deberíamos intentar que quedara ahí", ha señalado en rueda de prensa. Escribá, que no cree que la decisión de del Comité de Competición sobre las críticas de su presidente, afecte al Villarreal como club, ha confesado además que desconoce quién será el árbitro de su próximo encuentro ante Osasuna. "Pero estoy tranquilo, sé que lo va a hacer lo mejor posible y también que se va a equivocar aunque sea en un saque de banda", ha explicado. Para el técnico, la lectura del encuentro ante el Real Madrid es que el Villarreal hizo "un gran partido y mereció ganar".
-Redacción-