Con traje gris y una mochila al hombro, Kim Jong Nam, el hermano del lÃder de Corea del Norte, está a punto de ser asesinado en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Después de mirar la salida de su vuelo a Macao, se dirige a una máquina expendedora de billetes. En ese momento una mujer de blanco, agente secreta con pasaporte vietnaminta, se abalanza por detrás de él y con un pañuelo le tapa la boca con veneno y después huye. Poco más de dos segundos bastan para acabar con su vida mientras nadie a su alrededor parece darse cuenta de lo que acaba de ocurrir. Hay otros dos detenidos por su muerte, planeada por el propio Kim Jong Un, según los servicios de inteligencia surcoreanos, por su rechazo al régimen.
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