El pisco nace en la tranquilidad de los valles que sirven de puerta al norte de Chile. Allí convergen el sol, el agua y la tierra, mezclándose con la identidad del habitante del Elqui y los cercanos yacimientos de Cobre.
Es en las primeras décadas del siglo 18, en una hacienda del Valle de Elqui, cuando por primera vez se denomina pisco al aguardiente de uva, inspirado en las vasijas de greda roja que lo almacenaba. Nace entonces, un producto nuevo, con identidad propia, que 300 años después sigue identificando a todos los chilenos.