Hasta una decena de robos se han registrado en ópticas sevillanas, en las últimas tres semanas. La policía está investigándolos pero, de momento, no hay detenidos. Los ladrones siempre actúan igual. Rompen, a golpes, el escaparate y, una vez dentro del local, arrancan de cuajo los expositores donde están las gafas de sol. Saben perfectamente lo que buscan y no tardan ni dos minutos en llevarse todo el botín. Ni los sistemas de seguridad son capaces de detectar su presencia. Las gafas de sol se han convertido en un objeto de deseo para los ladrones porque, en esta época del año, tienen fácil venta en el mercado negro.