La conoció en la carcel del Puerto pero según Montoya la dejó por su afición a la heroina. Hasta el día que Laura Luelmo fue asesinada. Según Montoya, Josefa se presentó en la vivienda que conocía porque habían disfrutado de permisos juntos. La presencia de Laura desató sus celos. Así construyó Montoya un relato que hizo coincidir con las pruebas halladas en la casa, y en el que sitúa a a Josefa en la escena como autora de la muerte de Laura. Por eso estaba citada para declarar como investigada.