Guerrera tiene hoy prisa por volver al mar. Hace tres meses los pescadores de "Hermanos Guerrero", de ahí el nombre, encontraron a esta tortuga atrapada en una red de plástico. La llevaron hasta Equinac y allí comprobaron, además, que tenía un cabo oprimiéndole el caparazón y plásticos en el estómago. Esta es una de las setecientas especies amenazadas por esta contaminante invasión marina. Hay trece millones de toneladas de plástico flotando o sumergidos bajo el agua. Guerrera fue rescatada a tiempo y hoy, por fin, se ha reencontrado con el mar. Aplaudido chapuzón y una travesía en la que deberá evitar plásticos que duran 450 años. Una degradación a paso de tortuga.
-Redacción-