Su llegada a la Selección en 1983 no fue sencilla. Jorge Burruchaga venía de jugar en el Nacional B con Arsenal de Sarandí un año atrás y en ese momento brillaba en Independiente. La Selección era dirigida por Carlos Bilardo y estaba compuesta mayoritariamente por jugadores de Estudiantes de La Plata y mitad de Independiente. Recuerda Burruchaga: "No fue sencillo (...) En esa época estaba la ideología de Independiente, de Estudiantes, el buen juego, el bilardismo (...) Ese Estudiantes jugaba bien y Carlos con la escuela de Estudiantes tenía un recorrido de años atrás. La primera convocatoria no fue sencilla. Obviamente nosotros estábamos de un lado, ellos estaban del otro y creo que había dos o tres de River (...) Nosotros éramos Enzo Trossero, Claudio Marangoni, Ricardo Giusti, Gabriel Calderón, el Puma Morete y el Negro Clausen (...) El primer partido con Bilardo fue por Copa América 83 en cancha de River".\n\n Burruchaga compara el estilo de Bilardo en la Selección con el de Pato Pastoriza en Independiente. En el Rojo una vez por semana jugaban un picado por la picada y la cerveza. Con Bilardo significaba un cambio muy grande. Burruchaga se refiere a Bilardo como "El Loco". Tenían que adecuarse a sus creencias. No permitía que un jugador suyo pusiera los brazos en jarra durante el partido porque significaba estar cansado y no quería transmitirle eso a los rivales. Mirar para arriba tampoco porque equivalía a desconcentración. Mirar para los costados tampoco estaba bien visto por Bilardo. Burruchaga suspira y dice: "Era un cambio muy grande. Cuando volvíamos a Independiente respirábamos. Volvíamos al llano (...) De a poco nos fuimos acostumbrando (...) Él hacía como la novela Resistiré, el que resistía seguía y muchos quedaron en el camino por no poder aguantarlo. Hasta muchas veces te cuestionabas. Era tremendo y muy obsesivo (...) No era sencillo, vos necesitabas de la Selección para poder ir a Europa. Era la vidriera".