El secretario general de SPICA, Tomás Virseda, ha explicado que la situación de los controladores aéreos es "muy delicada" por las condiciones en las que realizan su labor, como lo son "exceso de horas de trabajo, falta de descanso e incluso dificultades en la conciliación de la vida familiar", poniendo "en peligro la salud de los trabajadores" e incluso de la seguridad del tráfico aéreo.