"A mi hermana la mataron de 30 puñaladas y los niños lo vieron todo"; "es difícil ver morir a tu hija en tus brazos". Son fragmentos de algunos de los cuatro testimonios que se pueden escuchar en la exposición "Paredes que hablan". Se trata de voces reales de familiares de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Todas eran madres. La Fundación Mujeres, con la colaboración desinteresada de la agencia de publicidad TBWA, ha creado una exposición en la estación de Atocha (Madrid) donde se pueden escuchar estos y otros testimonios. Una muestra interactiva que busca despertar en el visitante la sensibilización sobre los problemas añadidos con los que tienen que lidiar los familiares de las mujeres asesinadas.
-Redacción-