Preocupación ante el anuncio del cierre de Meirama. El fin de las térmicas se antoja muy difícil sin alternativas. Es una de las nueve centrales térmicas que cerrarían de aquí a 2020. Otra es la leonesa de Compostilla, en Cubillos del Sil. Desde el Ayuntamiento se piden opciones para afrontar la transición energética. En Andorra, Teruel, está otra de las plantas afectadas en la que se ponen en peligro 4.000 empleos directos e indirectos. Adecuar las centrales a la normativa europea obligaría a las eléctricas al desembolso de cientos de millones de euros.
-Redacción-