La policía de Nueva York busca pistas para resolver el misterio de las dos hermanas saudíes encontradas muertas la semana pasada en las orillas del río Hudson, en Manhattan. Los dos cuerpos estaban atados juntos, con cinta adhesiva, a la altura de cintura y tobillos. Tala Farea, de 16 años, y Rotana Farea, de 22, habían nacido en Arabia Saudí, residían en Virginia y estaban visitando a su hermano en Washington. No era la primera vez que desaparecían, hace dos meses ya se denunció la desaparición de una de ellas. Sus cuerpos indican que no llevaban mucho tiempo muertas. Las hermanas habían pedido asilo en Estados Unidos, sin explicar los motivos. Según el periódico Times, la madre de las chicas recibió una llamada de la embajada de Arabia Saudí en Washington, informándole de la solicitud de asilo y pidiendo a toda la familia que regresara a su país. Los forenses estadounidenses todavía no tienen clara la causa de la muerte. Podría tratarse de un doble homicidio, aunque tampoco descartan un suicidio pactado.
-Redacción-