Secuencia de una sentencia. El jueves el Supremo falla que es el banco, y no el cliente, quien debe pagar los impuestos de los actos jurídicos documentados de una hipoteca. 4.000 millones de euros en devoluciones están en juego y los 6 principales bancos se dejan en bolsa ese día 5.300, entre un 4 y 6 por ciento.
El viernes por la mañana hay muchas preguntas en el aire. ¿Quién puede reclamar?, ¿A quién?, ¿A los bancos?, ¿Ante Hacienda?, ¿Cómo habrá que hacerlo? Esa mañana la Asociación de banca dice que acatará la sentencia pero reclama seguridad jurídica y reglas claras. Las bolsas siguen en negativo arrastradas por los bancos hasta que en torno a las dos de la tarde las curvas de las principales entidades se recuperan tras el comunicado del Supremo que deja en pausa todo el asunto. La justificación es que la sentencia "supone un giro radical en el criterio jurisprudencial" y "una enorme repercusión económica y social", una decisión sin precedentes ya que nunca antes el Supremo se había cuestionado su propio criterio en menos de 24 horas.
El problema es que dos salas del alto tribunal tienen criterios distintos: la de lo civil le dio la razón a los bancos y la de lo contencioso administrativo, ahora, a los clientes. Solución propuesta que decidan los 31 magistrados del pleno. Una solución también insólita.
Ayer era imposible consultar las condiciones de una hipoteca, las páginas web de los bancos tenían esa función fuera de servicio y desde Facua se alertaba de que se estaba cancelando la firma de hipotecas. La banca a la expectativa y las asociaciones de consumidores reclamando que se cumpla lo fallado. Adicae afirmaba que, hasta que no se diga lo contrario, la sentencia del jueves es firme y es la que vale y comentaba que sería impensable que ahora el Supremo decidiera cambiar de criterio.
La de los impuestos hipotecarios es otra polémica más con una sentencia contra la banca. 5 años lleva coleando la de las clausulas suelo, 5 años desde que Europa falló que había que devolverlas todas y apenas el 20 por ciento se han devuelto. Ahora se abre otro momento de incertidumbre. Hasta que el pleno del Supremo se reúna y decida, puede ser la semana que viene pero no hay fecha fijada. Entretanto: firmas de hipotecas paralizadas y casi 6 millones de consumidores, todos los que están pagando sus casas, a la espera de saber si podrán reclamar.