Con los presupuestos pendientes de lo que hagan los independentistas catalanes, el ministro Borrell apostaba ayer con tono retador a que finalmente los apoyarían a pesar de tanta "bravata". Unas declaraciones que no han sentado nada bien ni en Esquerra ni en el PDeCat y que ha hecho que Pablo Iglesias, autoerigido en negociador económico del Gobierno, le eche una reprimenda a Borrell y a Esquerra. Iglesias se reúne mañana con Junqueras en prisión. Dice ahora que quien ha pedido esa reunión no ha sido él y que no sólo van a hablar de presupuestos. El PP y Ciudadanos continúan con la pinza contra el Gobierno de Sánchez, y esgrimen un mismo mensaje, afeando que las cuentas se negocien en la cárcel, mientras la ministra de Hacienda asegura que ella nunca haría eso.
-Redacción-