En dobles fondos de camiones, con poco hielo o incluso pescados y retirados del mar al cabo de los días para evitar así los controles. Es el modo en el que la organización introducía el atún rojo en España. Capturaban ilegalmente, sin respeto a los cupos, los valiosos ejemplares en aguas de Italia y Malta, en barcos lo trasladaban a Francia y de ahí a distribuidoras de pescado de atún en España, en el Levante y Andalucía. Después falseaban los certificados y vendían el atún rojo en los canales habituales. Un beneficio anual de más de 25 millones de euros. La Guardia Civil, en colaboración con Europol, ha detenido a 79 personas en 49 registros. En diez años, si no se respetan los cupos, los expertos aseguran que el atún será considerado una especia en peligro de extinción.
-Redacción-