Se enfrentan a una pena de cuatro años de cárcel cada uno acusados de homicidio con imprudencia grave. La Fiscalía considera que no existe delito y solicita la libre absolución de los seis procesados. Ocurrió en 2012, se jugaba un partido de fútbol en el viejo estadio de San Mamés, calificado de 'alto riesgo'. El joven, seguidor del Athletic, fue hospitalizado y murió cinco días después de recibir el impacto.
-Redacción-