En Bilbao este fin de semana se celebra el campeonato del mundo de baile deportivo en el que compiten unas 900 personas de casi medio centenar de países. Todos coinciden: lo llevan dentro desde pequeños. "Es un mundo muy adictivo, el día que entras no te puedes desenganchar del baile", aseguran. Es la única manera de seguir adelante en un mundo muy exigente. Y además, caro. Desplazamientos, maquillaje, los trajes. Entrenamientos diarios de muchas horas, dietas estrictas, para conseguir el éxito en campeonatos como el que se celebra en Bilbao. Todo puntúa y penaliza. Y la competencia es máxima, vienen de 46 países diferentes. Pero merece la pena. Un cuerpo, un alma, una vida entera dedicada al baile.
-Redacción-