"Carlos Slepoy aseguró que son los pueblos los que acaban con la impunidad", recordaba el abogado Carlos Castresana en el homenaje a título póstumo que organizó este miércoles Público en el Palacio de la Prensa de Madrid. Familiares y amigos del abogado fallecido en abril de 2017 acudieron al acto de entrega del 'Premio Público Derechos Humanos', una distinción que este diario otorgó hace año y medio a Slepoy por su lucha incansable contra la impunidad de la dictadura franquista y que tuvo que ser aplazada por su fallecimiento.
En el acto, presentado por el actor Juan Diego Botto, la directora de Público, Ana Pardo de Vera, entregó a las hijas del abogado, Natalia y Paula, este galardón "por su trabajo de denuncia sobre crímenes, sobre genocidas y sobre asesinatos". Pardo de Vera también añadió: "Esta es la mejor forma de honrar su memoria y legado, de mantenerlo infinito para que nunca nos desviemos del camino que Slepoy nos dejó marcado con la lucha, con dolor, con entusiasmo, lágrimas y sonrisas, muchas sonrisas".
Por su parte, Natalia y Paula Slepoy agradecíeron el premio emocionadas. "En este acto no solo se está reconociendo su labor como abogado laborista comprometido y su lucha incansable en la defensa de las causas justas. Nos convoca sobre todo su calidad humana, su coherencia y su determinación que nos enseñaron cada día su capacidad para seguir adelante con su sonrisa de siempre", señaló Natalia. Un galardón que guarda un gran significado porque se trata de una obra de Juan Genovés, autor de El Abrazo, uno de los símbolos pictóricos de la Transición.
A través de vídeos y de las palabras de los invitados se recordaron algunos de los momentos más destacables en la carrera de Slepoy y su lucha contra las dictaduras de Chile, Argentina y España. Su amigo y compañero Rafael Flores resaltó su espíritu incansable para "conseguir una justicia universal" y su denuncia para juzgar los crímenes de la dictadura argentina. Tampoco hay que olvidar su lucha inagotable contra los crímenes del franquismo y su defensa de los derechos de los trabajadores.
El abogado Manuel Ollé también quiso destacar que Slepoy "fue una persona capaz de resquebrajar la inmunidad de personas que habían cometido crímenes. Nos deja un legado de abogado universal".
Quienes se acercaron hasta el Palacio de la Prensa para recordar a Slepoy terminaron embargados por la emoción: Juan Diego Botto no pudo evitar que se le quebrara la voz durante la presentación; Natalia y Paula Slepoy vertieron varias lágrimas al recordar a su padre y, al final, el público cantó de pie, muchos con el puño en alto, el Canto a la libertad de Labordeta mientras en la pantalla gigantes se proyectaba una imagen de este luchador incansable por los derechos humanos, Carlos Slepoy.