La mayoría vive en la misma ciudad empobrecida y siguen jugando al fútbol. Pero la vida de los 12 niños rescatados de una cueva inundada en Tailandia hace un año no es la misma: firmaron un acuerdo cinematográfico con Netflix, han viajado por todo el mundo y su historia ha sido relatada en libros, documentales y una serie de películas.