20 de julio de 1960. En la localidad madrileña de Fresnedilla de la Oliva la NASA había instalado una estación que fue testigo de las "horas decisivas" de la primera misión tripulada a la Luna. Fue una de las tres estaciones ubicadas estratégicamente que, junto con la de Goldstone, en California y la de Honeysuckle Creek en Canberra (Australia), tenían el objetivo de prestar ayuda desde la Tierra a los tres astronautas en todo momento por si había algún imprevisto.