Diego Ripoll estaba entrevistando a Luis Alberto Islas, uno de los mejores arqueros que tuvo el fútbol local, y le surgió una de esas dudas existenciales. Ese tipo de preguntas filosóficas que solo surgen entre amigos cuando ya pasaron varias botellas de vino por la mesa. \n\nSi tu papá era arquero, ¿cuando eras chiquito te tiraba la pelota a las manos o a los pies?\n\nRápidamente Luis entiende y responde: "No. Vos sabés que yo debuté a los 15 y a los 13 y medio yo estaba jugando en el potrero de dos, de diez, de enganche, de lo que venga".\n\nEl Ruso Rodriguez, otro gran arquero que estuvo en el living de Arroban también nos contaba que él no quería ser arquero, quería jugar pero no le daban las piernas. Se ve que los arqueros están destinados a ser arqueros. Ningún chico nace con ganas de evitar los goles, todos quieren meterlos.\n\nLuis Islas también contó cómo fueron esos primeros pasos en primera como arquero: "Me vieron un día y me metieron. Fui a Argentinos Juniors, no me dieron ni cinco de bola. No me prestaban atención, me enojé, no me dieron mucha importancia. Después apareció Chaca y ahí en un año y poquito ya estaba en primera".