El tipo es una estafa completa, como ha quedado patente con ese casoplón que se ha comprado en la sierra madrileña, tras pasarse años vituperando a los políticos que abandonaban los barrios y jurar que jamás se movería de su pisito ilegal VPP del bario de Vallecas, pero lo que llama la atención de Pablo Iglesias es su recalcitrante machismo.