Los números romanos existen desde hace mucho tiempo, e incluso se crearon antes que los números árabes.
Estos números romanos son representados por siete letras: I, V, X, L, L, C, D, M.
Y cada una tiene su propio valor: I = 1, V=5, X=10, L=50, C=100, D=500, M=1000.
Hoy en día, los números romanos se siguen utilizando, como en el caso de los relojes, para numerar páginas o capítulos de libros, para indicar fechas en monumentos, en películas, etc.
La numeración romana sigue las siguientes reglas:
1) Los números a la derecha de otro agregan su valor al del otro si son iguales a él.
2) Cualquier número situado a la derecha de uno más fuerte añade su valor al del otro.
3) Cualquier número situado a la izquierda de uno más fuerte resta su valor del del otro.
4) Cualquier número colocado entre otros dos números más fuertes resta su valor del del número de la derecha.