¡Nuevas historias animadas de 2019 que sucedieron de verdad!

Hola, chicos. Mi nombre es Lisa. Quiero contarles cómo aprendí una lección importante en mi vida: siempre discute tus problemas con tus seres queridos. Lo digo en serio, porque guardé mi secreto por tanto tiempo que perdí a alguien a quien amo, y también algo que nunca podré recuperar.

Tengo 23 años, y tuve una relación seria con mi novio por varios años. Se llama Brian, y nos conocimos en la universidad. Era un año mayor que yo, y era uno de esos chicos "populares". Tuve suerte de él que se fijara en mí. Ya sabes, él es del tipo de chico con grandes ambiciones y planes en la de vida. Mientras él estudiaba en la universidad, ya había encontrado un trabajo prestigioso, ganaba mucho dinero y soñaba con conquistar el mundo. Yo estaba feliz de estar con ese tipo de personas. Pero, para ser honesta, a veces tenía miedo de que me dejara por su carrera. Esto es porque, en nuestra relación, él a menudo se enfrentaba a elegir entre el trabajo y yo. Y cada vez tenía miedo de no ser la favorita en esta “carrera”. Pero, a pesar de eso, lo amaba mucho. Él era un soñador, y me contagiaba su entusiasmo. Cuando estaba con él, quería conquistar el mundo y convertirme en su reina también. Pronto, Brian se graduó de la universidad, y empezamos a rentar un departamento y a vivir juntos. Él empezó a trabajar el doble de duro, y yo trataba de hacer su vida un poco más fácil. Lo apoyé en todo lo que hizo, y traté de ayudarlo. Creía en él, y sabía que todo saldría bien y que nuestra vida alcanzaría un nuevo nivel. Pero luego sucedió algo.

Un día llegó a casa del trabajo y tenía grandes noticias. Digo "grandes" porque no sabía cómo sentirme al respecto, ya que no eran ni buenas ni malas. Dijo que tenía la oportunidad de hacer una pasantía en Gran Bretaña. Y, si le iba bien allí, se le daría el trabajo de sus sueños. Pero el hecho es que la pasantía no solo duraba uno o dos meses, sino que tenía que irse por todo un año. Además, no podía ir con él porque tenía que terminar la escuela. Así que discutimos ese tema por mucho tiempo. No pude evitar que se fuera a Gran Bretaña. ¿Cómo podría arruinar su sueño? Probablemente nos separaríamos después de eso, y él se iría de todos modos. Así que esto es lo que decidimos. Haría su pasantía, y lucharía por el trabajo, y, un año después, cuando me graduara de la universidad, volaría hacia él y volverí