En el hinduismo, los chakras son centros de energía inmensurables (no medibles) situados en el cuerpo humano.
Los escritores de la teosofía (creencia esotérica occidental de fines del siglo XIX) consideraban que los chakras no debían ser seis sino siete.
Inventaron un séptimo chakra, el sajasra-ara (‘mil-rayos [de una rueda]’), con la forma de una flor de loto invertida, que sería invisible y se encontraría en la cabeza.