En la 92º edición de los Óscar, dos gatos se subieron al escenario, una actriz metió un sándwich hecho en casa en el bolso y Timothée Chalamet sufrió lo que todas hemos sufrido de niñas alguna vez: una mujer mayor que él le agarró de los mofletes nada más verlo. Pero, Margot Robbie, te entendemos.