Idlib (Siria), 20 feb (EFE).- (Imagen: Yahya Nemah) La pequeña Salwa, de 3 años, ya distingue lo que es un avión de guerra y si este lanza un misil o no, pero cada vez que lo escucha mira a su padre para saber si reír o llorar, aunque siempre acaba a carcajadas porque cree que son fuegos artificiales, mientras los ataques del Ejército sirio no cesan en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.