La ciudadanía está harta. Tras muchos días y muchas noches de trampas, mentiras, pufos , pifias y bulos de un Gobierno sectario, que ha sido incapaz de asumir una sola de sus culpas y miente hasta en el número de fallecidos, empieza a exigir responsabilidades.
Este vídeo, a ritmo de un pasodoble mítico como es 'Suspiros de España', refleja muy bien el sentir de la gente y la icreciente idignación.
La sociedad civil sortea la censura en las redes sociales (Facebook o WhatsApp) y el silencio interesado de las televisiones y, está montando una 'rebelión ciudadana'.
Como escribe el maestro Antonio Burgos, a uno le entra algo por el cuerpo, tanto, que apaga el televisor, cuando con la mayor frialdad del mundo, como si estuvieran hablando de cifras macroeconómicas y no de vidas humanas, sale el Tío de la Rebequita con los ministros de turno y altos cargos militares a los que les haya tocado acompañarle, y da las cifras de afectados por el coronavirus como quien un domingo por la tarde ofrece el resultado de los partidos de la Liga de Fútbol.
Y, sobre todo, se te revuelven las tripas cuando, como si fuera un triunfo, va Fernando Simón y dice que ayer «sólo» hubo, ¿qué digo yo?, cuatrocientos, trescientos fallecidos.
La cifra de fallecidos produce escalofríos, porque además se han ido solos, en silencio, desasistidos, sin tener derecho a esos respiradores, y esas UCI por las que habían estado pagando toda su vida a la Seguridad Social.
Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y todos los ministros, así como los que por mezquino interés les arropan mediáticamente, son culpable y tendrán que pagar por ello.