Washington/Pekín/Bruselas, 29 abr (EFE).- China, Estados Unidos y Europa libran sus particulares batallas domésticas contra el coronavirus y se enfrentan a su vez en una gran guerra por el control de uno de los bienes más valiosos de la escena global: el relato sobre la crisis.
China parece llevar ventaja al haber superado aparentemente la enfermedad. Estados Unidos, centrado en ganar su propio pulso contra el virus, ha renunciado a su papel tradicional de líder mundial, y la UE se mantiene entre dos aguas, centrada sobre todo en su propia supervivencia como institución comunitaria.