La enésima crisis provocada por el Ejecutivo, en este caso, por intentar forzar al ya ex responsable de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, para que revelara el contenido de un informe sobre el 8-M, ha planeado durante la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados. Por eso, el líder del PP, Pablo Casado, cuyo interés inicial era interrogar a Pedro Sánchez sobre la comprometida derogación de la reforma laboral, ha acabado acusando al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska de pasar «del Faisán a pato cojo».