A cuenta del revuelo de esta semana en las Cortes, este batallón se ha entretenido en buscar a quienes a lo largo de los últimos años Pablo Iglesias ha calificado de terroristas en público, que en privado eso debe ser un festival.
No es precisamente como ir a un pajar a buscar una aguja pues en los últimos seis años se hallan en las hemerotecas y videotecas decenas de personas a las que el hoy el vicepresidente segundo del Gobierno ha acusado directamente o equiparado con el «oficio» de pistolero de una banda armada.
A la cabeza de todos, Felipe González, una auténtica obsesión para él, porque en hasta tres ocasiones lo ha hecho desde 2016.
Pero como subraya Álvaro Martínez, en su artículo de contraportada de ABC este 31 de mayo de 2020, tampoco se ha olvidado de meter en el saco a Mariano Rajoy.
Fuera de la política, también Iglesias ha comparado con terroristas a Amancio Ortega, fundador de Inditex, «porque es el tercer hombre más rico del mundo y en España hay mucho paro»; a Juan Roig, presidente de Mercadona, por decir que hay que trabajar más; a Rodrigo Rato por dar conferencias...
Todo lo cual lleva, como se ve en el vídeo, al siempre acertado alcalde de Madrid, el popular Martínez Almeida, a explicar que Iglesias no está para dar lecciones a nadie, que el ejemplo empieza por uno mismo y que la política española se ha encanallado desde la irrupción de Podemos en el escenario.