Bogotá, 20 jun (EFE).- La COVID-19 no ha evitado que un virus persistente siga recorriendo Latinoamérica: la corrupción. Repartos irregulares de ayudas, compras sobrevaloradas, falta de transparencia en las adjudicaciones...estos son algunos de los casos vinculados a la emergencia sanitaria que muestran la buena salud de unas prácticas ilegales a las que no se ha encontrado todavía vacuna.