Barcelona, 24 sep (EFE).- Con la voz quebrada y sin poder aguantar las lágrimas, Luis Suárez se despedía del Barça, su club de los últimos seis años.
El jugador uruguayo deja el equipo azulgrana a su pesar. Sin el apoyo del nuevo técnico, Ronald Koeman, su salida era inevitable.
Como innegable ha sido su palmarés. Tercer máximo goleador de la historia del club azulgrana y trece títulos en seis temporadas.
Suárez se lleva trofeos y amigos, sobre todo a uno: Leo Messi.
Con un video de sus mejores goles y regates, el club se ha despedido del jugador.
A sus 33 años se va al Atlético de Madrid porque cree que aún puede rendir al máximo nivel. El acuerdo con el club rojiblanco es por 6 millones de euros en variables.
Se va con pena, pero sin rencor. Le habría gustado a él escoger el momento de su adiós.