¿Se imaginan acudir a una biblioteca y no poder encontrar un ejemplar de “Cien años de soledad” o “La casa de los espíritus”? Es lo que denuncian desde la Oficina de Libertad Intelectual (OIF) de EEUU con la Semana de los Libros Prohibidos, una iniciativa que pretende mostrar cómo desde algunas bibliotecas, escuelas y universidades se “cuestiona” determinadas obras y se retiran de los catálogos y de las listas de lectura por razones morales o políticas.