Madrid, 1 dic (EFE).- Con récord de contagios en el mundo, la pandemia de coronavirus ha dejado atrás noviembre, convertido en el mes, después de abril, con más muertes en España, que en pleno descenso de una complicada segunda ola debe afrontar ahora, desde cotas aún muy peligrosas, el gran reto de la Navidad.
En ese reto hay un temor escondido, al que han puesto imágenes el fin de semana las primeras aglomeraciones navideñas, el de una eventual tercera ola antes de la tierra prometida de las vacunas, que este lunes han vuelto a reforzar la esperanza con la petición de la compañía Moderna a EE. UU. y la UE de que den vía libre a su prototipo.
Esperanza y cautela cuando acaba noviembre, un mes para la reflexión, como también lo fue octubre, sobre los errores de una desescalada estival que, según insisten los expertos, no debe repetirse a las puertas del invierno, menos aún cuando los datos son ahora infinitamente peores.
DECLARACIONES DE SILVIA CALZÓN, SECRETARIA ESTADO SANIDAD