Aunque murió pobre tras huir por el horror nazi, este romántico del deporte mental jugó partidas como la que ganó ante el gran Rubisntein, en 1911.
El ajedrez iguala a todas las religiones, razas, clases sociales, ideologías políticas y edades. A pesar de ello, el austríaco de orígen judío Rudolf Spielmann (1883-1942), bautizado como 'el amo del ataque', fue uno de los últimos románticos del deporte mental, virtuoso de los sacrificios de piezas. Murió pobre en Suecia tras huir del horror nazi, pero antes nos dejó obras de arte como esta aplastante victoria sobre el gran Akiba Rubinstein, una de las estrellas emergentes en 1911.