En el mejor momento de su vida a nivel profesional con nuevos proyectos en mente y feliz al lado de su pareja Íñigo Onieva, Tamara Falcó no pude ocultar la sonrisa de su rostro. En esta ocasión la pareja disfrutó de la jornada en casa de Íñigo de donde Tamara salió a última hora de la noche para marcharse de regreso a casa. Sin mascarilla para subirse rápidamente al coche, Tamara volvió a infringir las restricciones perimetrales que afectan a La Moraleja donde está situada la vivienda de su chico.