Río de Janeiro, 11 feb (EFE), (Imágenes: Janaína Quinet/Antonio Lacerda).- Río de Janeiro está vacía y agoniza; no hay turistas, los hoteles operan a media marcha y el color del carnaval se esconde bajo el gris asfalto de las calles. Este año la pandemia mató a la fiesta más icónica de Brasil y dejó sin sustento a miles de cariocas que viven del espectáculo.