Santiago de Chile, 5 abr (EFE).- Durante una protesta el 8 de noviembre de 2019, un agente disparó a Gustavo Gatica dos balines a pocos metros de distancia, dejándole ciego. Año y medio después, este estudiante de Psicología de 23 años cree que el mundo no condenó con la suficiente dureza lo que ocurrió aquellos meses en Chile.
En una entrevista con Efe en su domicilio, en la periferia de Santiago, el joven dijo estar dispuesto a seguir denunciando la brutal represión con la que las fuerzas de seguridad sofocaron las protestas contra la desigualdad, que se extendieron durante varios meses desde octubre de 2019 y que fueron las más graves desde el fin de la dictadura, con una treintena de muertos y miles de heridos.
Imágenes: Jose Caviedes
Edición y locución: Annia Hidalgo VArgas.