Madrid le asestó ayer a Podemos un golpe que puede ser definitivo para que la formación morada quede como un grupo político residual. Sus descalabro en las autonómicas madrileñas, donde quedó como última fuerza de la Asamblea, aun contando como candidato con, Pablo Iglesias, quien hasta hace sólo unas semanas era vicepresidente segundo y todopoderoso del Gobierno de Sánchez. Unos malos resultados que han llevado a Iglesias a presentar su dimisión y a anunciar su marcha de la política. Tras este anuncio, los diferentes cargos de Podemos salieron casi huyendo de la sede nacional de la formación en Madrid. Entre ellos, Juan Carlos Monedero.