La noche más esperada del séptimo arte siempre viene precedida de una alfombra roja repleta de glamour. La apuesta general fue un todo al blanco de lo más acertado, eso sí, echamos de menos alguna nota de rebeldía. Más allá del pelo afro de Halle Berry, la alfombra roja de los Oscar 2017 brilló por su sobriedad.
Como dato curioso, después de Audrey Hepburn, ninguna otra actriz había ganado una estatuilla vestida de Givenchy. Emma Stone y su vestido de lentejuelas han conseguido romper la maldición.