Hace unos días nos enterábamos de que la Fiscalía de Barcelona había pedido cuatro años de cárcel para Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana. Supuestamente, bajo las órdenes del empresario, la extenista descapitalizó su patrimonio para evitar que el Banco de Luxemburgo se cobrase una deuda que había reclamado hace once años.