Cientos de peces mueren en la contaminada Presa Madín, ante la indiferencia de las autoridades de todos los niveles, que permiten la descarga de aguas residuales, señaló la investigadora del Instituto Politécnico Nacional y doctora en toxicología Marcela Galar Martínez, quien también forma parte de la Comisión Cuenca del Valle de México.

Los niveles de contaminación son muy altos, ya lo hemos demostrado con diversos estudios, señaló la investigadora, quien lamentó que se descarguen aguas negras sin previo tratamiento, que tienen metales pesados y grandes contaminantes que provocan la muerte masiva de cientos de peces, carpas, que es la especie que habita ahí “Acabo de ir, la presa huele a caño, es una cloaca, eso es lo que respiramos”.

Los integrantes de la Comisión de la Cuenca, comentó Marcela Lagar, emitieron su opinión y las posibles soluciones a esta problemática, con un plan de restauración que incluía poner plantas tratadoras, humedales, pero sobre todo detener el crecimiento desmedido de desarrollos habitacionales, porque crecen como hongos y de 2007 a la fecha han devastado la zona, volteas y hay un nuevo edificio, un nuevo fraccionamiento, “es brutal cómo ha crecido la zona y eso ha provocado la contaminación de las fuentes de agua a nivel superficial y la subterránea, por eso no tenemos agua”.

Desde hace más de un año, dijo, se les han hecho llegar a las autoridades las posibles soluciones, los lugares de descarga de las aguas, las afectaciones, porque tenemos un estudio muy completo “también hay enfermedades que se pueden provocar entre la gente, e incluso en la norma hay elementos que no se detectan y pasan directamente al consumo humano y provocan daño. Estamos ya en los estudios con humanos y espero que para diciembre estén listos, porque se frenaron por la pandemia”.